Cuando una persona infectada con un virus, habla, tose o estornuda, emite diminutas partículas de saliva, mucosidad u otras secreciones que contienen carga viral. Estas partículas son tan pequeñas que quedan suspendidas en el aire durante varios minutos (aerosoles). Las partículas de mayor tamaño (gotículas), en cambio, se precipitan sobre las superficies o personas cercanas rápidamente.
Debido a esto, hay tres vías de contagio:
De persona a persona:
A través del contacto directo, como parte de reuniones grupales en el trabajo, la escuela o el hogar.
Superficie a Persona
Por contacto con superficies u objetos que contienen el virus, seguido de un individuo que se toca la boca, la nariz o los ojos.
Aire a persona:
A través de gotículas respiratorias en el aire que se producen cuando una persona infectada tose o estornuda, viaja de forma independiente o se adhiere a partículas de polvo en las corrientes de aire.
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