Fragancia antibacterial para exceso de químicos en ambiente

En el día a día, estamos expuestos a muchas sustancias peligrosas en el medioambiente, como el plomo y el asbesto. 

Sin embargo, los productos de limpieza que usamos también dejan residuos químicos que podrían causarnos problemas de salud.

Las consecuencias de los productos químicos en el medio ambiente varían según el tipo de sustancia, la exposición y la concentración. 

Principales compuestos químicos en el medio ambiente 

Pero ¿qué elementos son perjudiciales para nuestra salud? A continuación, veremos cuáles son los compuestos que se encuentran con mayor frecuencia a nuestro alrededor y qué efectos ocasionan. 

Amoníaco

Es una sustancia química que se encuentra en condiciones naturales en el entorno, pero también nos exponemos a ella cuando usamos productos para limpiar vidrios y detergentes. 

Normalmente, los productos de limpieza de uso doméstico tienen una concentración de amoníaco de entre el 5% y 10%, mientras que los de uso industrial tienen hasta un 25%. 

Trihalometanos

Son subproductos de desinfección (DBP) que se forman cuando el cloro o el bromo interactúan con los materiales orgánicos naturales en el agua. 

Por ejemplo, cuando mezclamos una solución de cloro en agua potable se producen DBP que luego pueden ser ingeridos de forma gaseosa o quedar reposados en el ambiente. 

Cloro

El cloro es probablemente el compuesto que más ocupamos para mantener limpios nuestros espacios de trabajo. Este se puede conseguir por separado o como ingrediente en una solución desinfectante más completa. 

Ahora, si bien el cloro es muy efectivo y se recomienda en muchos escenarios, exponernos a él en estado líquido o gaseoso puede afectarnos, incluso si el contacto es breve. El riesgo es mayor cuando el cloro se mezcla con otros líquidos desinfectantes, como el amoníaco.

Consecuencias de los productos químicos en el medio ambiente

Anticiparse a las posibles reacciones adversas debido a compuestos químicos en el medio ambiente es difícil, ya que no todos los cuerpos son iguales. 

En función de la edad, el sistema inmunitario y el estado de salud, una persona puede ser más o menos sensible a sustancias de uso común como el cloro. 

Aun así, estos son algunos datos generales que necesitamos conocer: 

• El amoníaco, al ser una sustancia corrosiva, nos puede causar quemaduras si nos exponemos a él en grandes cantidades. En concentraciones más pequeñas, es posible que nos produzca lagrimeo, tos e irritación en la piel.
• La sobreexposición a DBP se ha relacionado con depresión del sistema nervioso central y hepatotoxicidad.
• La exposición a cloro gaseoso puede causar irritación de nariz, dolor de pecho, vómitos, ritmo cardíaco acelerado, neumonía tóxica, líquido en los pulmones y, en los peores casos, la muerte. 
• La exposición de la piel a hipoclorito de sodio, un ingrediente de los blanqueadores, puede producir irritación. La gravedad dependerá de la concentración.

Fragancia antibacterial: una forma segura de combatir virus y bacterias

Por supuesto, no es que los productos de limpieza sean malos. Cuando un protocolo de desinfección es administrado por técnicos profesionales, el riesgo de sufrir intoxicaciones o problemas de salud por residuos químicos es muy bajo. 

El problema está en el uso incorrecto y excesivo de ciertos productos, algo que se puede prevenir usando métodos viricidas y bactericidas menos invasivos. 

Las fragancias antibacteriales son una alterativa confiable que permite reducir hasta en un 99,999% los microorganismos en el ambiente, ayudando a prevenir enfermedades como la influenza y la gastroenteritis en el lugar de trabajo. 

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