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El concepto de edificio saludable nació en la escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard en 2018. Forma parte de un estudio que explica 9 fundamentos que se relacionan con la salud humana, los cuales deberían estar presentes en un edificio. A continuación, explicamos cuáles son y cómo influyen en el bienestar de las personas.
Se recomienda el uso de un sistema de ventilación para controlar olores internos, productos químicos, dióxido de carbono y otros contaminantes perjudiciales para la salud y bienestar de las personas. Para limpiar el aire exterior y recirculado, se sugiere usar filtros que eliminen al menos en un 75% todas las fracciones de tamaño de partículas, incluidas las nano.
Tanto los materiales de construcción, muebles y demás insumos del edificio deben estar libres de elementos como el plomo, PCB y el amianto. Además, contendrán la menor cantidad posible de partículas volátiles y semivolátiles, pues estos afectan la salud en el hogar de las personas y en otros espacios del edificio. Purificadores de aire, como el InspireAir 72, tienen la ventada de que capturan el 99,97% de contaminantes gaseosos y partículas dañinas.
En cuanto a evitar malos olores, el nivel de humedad ambiental debe mantenerse entre el 30 y el 60%.
La salud y bienestar de las personas dependen en buena medida de la calidad del agua. En un edificio saludable hay que chequearla de continuo para detectar la presencia de contaminantes y microbios. En caso de ser necesario, utilizaremos un sistema de purificación de agua que elimine los elementos perjudiciales.
Buscar en el hogar buena salud implica vivir en un espacio que mantenga las condiciones térmicas adecuadas. Precisamente, este tipo de edificio se caracteriza por el confort que ofrece la temperatura y humedad de su interior proporcionadas por sus sistemas.
La limpieza regular de superficies y el uso de aspiradoras de alta eficiencia contribuirá a que no se acumule el polvo. Para el control de plagas, aplicaremos medidas preventivas como sellar entradas, eliminar basura y atender la acumulación de humedad. En caso de requerir pesticidas hay que buscar un servicio profesional.
Un edificio saludable aprovecha la luz natural lo máximo posible o usa iluminación enriquecida en azul de alta intensidad (480 nm), que no deslumbre ni cause incomodidad. El diseño interior del edificio estará acompañado de elementos naturales que inspiren tranquilidad.
La salud en el hogar puede afectarse tanto por los ruidos exteriores como interiores. Para contrarrestar la contaminación acústica, tomaremos medidas de protección y control de ruidos. Se sugiere tener espacios de trabajo y aprendizaje que disminuyan el ruido de fondo hasta 35db. Exponerse a más de 85db por un periodo prolongado puede ser perjudicial para la salud.
Todos queremos tener en el hogar buena salud. Para ello debemos identificar y controlar las fuentes de humedad que hay en él. Efectuar inspecciones periódicas y solucionar los problemas de humedad y condensación prevendrá posibles complicaciones tales como moho.
Un edificio saludable debe contar con diversos mecanismos de seguridad y protección. Posee vigilancia, cámaras de video y se reportan incidentes. Los espacios comunes, entradas, salidas de emergencia, escaleras, entre otros, contarán con una iluminación adecuada. Para casos de emergencia, habrá un plan de acción y un mecanismo para contactar a los residentes.
Vivir en un espacio saludable proporciona bienestar físico, aumenta la productividad y, en general, mejora la calidad de vida de las personas. En Initial contribuimos con esto, al proporcionar elementos esenciales que mantienen el ambiente limpio y fresco. Tanto las superficies como el aire pueden recibir un tratamiento adecuado gracias a nuestros productos. Te invitamos a conocer los servicios que te ayudarán a tener un hogar lleno de higiene y agradable.
El enfoque holístico de Initial para las soluciones de higiene garantiza que las empresas estén cubiertas en todas las áreas clave de riesgo.