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La pandemia de COVID-19 nos ha hecho ser más conscientes de que la higiene repercute en nuestro día a día y, por ende, nos preocupamos más por el aire que respiramos en espacios interiores, las superficies que tocamos y los hábitos de higiene de los demás.
El 71% de las personas analizan antes de ir a un local si este cuenta con las medidas adecuadas para detener la propagación de gérmenes. De hecho, una de cada dos personas abandonaría el establecimiento si no parece tener buenas medidas de higiene que cumplan con sus exigencias. Esta es una de las conclusiones extraídas del nuevo informe global que hemos elaborado, “Nueva Percepción de la Higiene Global”, una encuesta realizada a 20.000 personas de 20 países en el que se examina el impacto de la pandemia en las actitudes, comportamientos y expectativas de la sociedad en materia de higiene.
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Más higiene, limpieza para uno mismo y exigencia hacia los demás son el patrón común de los encuestados en todo el mundo, una característica que permanecerá durante mucho tiempo.
La psicóloga Maureen Gaffney, que ha participado en este informe aportando comentarios adicionales en base en su experiencia y el análisis de los datos obtenidos, resalta la relación entre la pandemia y “nuestra hiperconciencia”. “Nuestras actitudes han cambiado para siempre y, como generación pandémica, hemos adoptado -quizá inconscientemente- una nueva mentalidad que no nos permite ignorar la inmensa responsabilidad en materia de higiene que tenemos ante nosotros”.
Según el informe, el 74% de las personas encuestadas está de acuerdo en que ahora le preocupa más que antes de la pandemia que la mala higiene de manos de otras personas pueda poner en riesgo su salud.
Preguntados por la frecuencia con que realizan está acción tan sencilla e importante para prevenir contagios, el 66% asegura que se lava más las manos ahora para protegerse de virus comunes como el resfriado común, la gripe y el norovirus. Ese mismo porcentaje cree que es probable que lo hagan más en el futuro.
En cuanto al uso de desinfectantes y geles hidroalcohólicos, el patrón global muestra que las personas encuestadas han cambiado sus comportamientos higiénicos y han aumentado el uso de desinfectantes para las manos cuando están en espacios públicos interiores debido a la pandemia de COVID-19.
Esta mayor preocupación por las buenas prácticas de higiene impactará en nuestro modo y estilo de vida. De hecho, para Amanda Jackson, Directora Global de Higiene y Bienestar de Rentokil Initial, “independientemente de dónde vivamos y trabajemos, la prioridad por la higiene marcará a nuestra sociedad en las próximas décadas. Nos encaminamos hacia un mundo muy aséptico”.
Según el estudio, la gente considera que la higiene debe estar en primera línea de las decisiones tomadas por las organizaciones y empresas de todo el mundo. Desde evitar las superficies que se tocan con frecuencia hasta la preocupación por la mala calidad del aire interior, “las buenas prácticas de higiene seguirán siendo esenciales para llevar una vida más cómoda, productiva y saludable. Un enfoque integral de la higiene puede ayudar a tranquilizar y transmitir seguridad”, advierte Jackson.
En los últimos 18 meses, las autoridades de salud pública han hecho hincapié en la importancia de mejorar las prácticas de higiene de las manos, las superficies y el aire. Esto ha llevado a una mayor concienciación sobre la higiene, la facilidad con la que se propagan los patógenos y las claras prácticas de higiene necesarias para ayudar a detener la propagación del COVID-19 y otros virus comunes, como la gripe y el norovirus.
En palabras de la doctora Gaffney, “siempre se ha considerado importante lavarse las manos, pero hoy en día se considera algo fundamental para la supervivencia. Lo mismo ocurre con la buena calidad del aire y los espacios públicos interiores limpios. El cambio hacia la higiene integral es permanente, y todos tenemos un papel que desempeñar”.
El estudio refleja una clara preocupación global por la propagación de gérmenes a través de las superficies. El 71% de los encuestados dice temer ahora más que antes de la pandemia la propagación de virus y gérmenes mediante las superficies que tocan, y el 74% asegura que le gustaría tener la seguridad de que las superficies en un lugar público se desinfectan regularmente.
La calidad del aire en espacios interiores ha cobrado especial importancia a raíz del COVID-19. El 72% de los encuestados se muestra más preocupado por la propagación de gérmenes a través del aire que respiran en lugares públicos que antes de la crisis sanitaria.
El uso de la mascarilla es una de las medidas más frecuentes para evitar inhalar aire impuro a nivel global. España se encuentra entre los países con mayor porcentaje de personas (59%) que la llevan a diario, por detrás de Kenia (87%), Sudáfrica (86%), Chile (80%), Indonesia (76%), Brasil (75%) y China (72%).
De este estudio se deduce que las organizaciones y empresas que dan prioridad a la higiene y gestionan de forma proactiva los riesgos higiénicos crean entornos más saludables y seguros para los empleados. El 84% de los que trabajan en un lugar de trabajo o en un edifico compartido creen que es importante que su empleador dé prioridad a la creación de un espacio seguro e higiénico.
La adopción de una estrategia de higiene integral que tenga en cuenta aspectos como la higiene de las manos, el aire y las superficies diferenciará a las organizaciones de las que no lo hagan. Si las empresas no responden a este cambio psicológico en la mentalidad de las personas, “podrían ver dañada su reputación y su marca, lo que afectaría a su éxito operativo”, concluye Gaffney.
Mantener una correcta higiene de manos es más importante que nunca. En Initial te proportcionamos soluciones eficaces para potenciar la higiene de manos en tus instalaciones.