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La contaminación presente en el aire es un peligro en los entornos urbanos y es responsable de muchas enfermedades y muertes cada año. Los espacios interiores también se ven afectados por la contaminación, que provoca numerosas afecciones, entre ellas, las relacionadas con el Síndrome del Edificio Enfermo. Los riesgos de una mala calidad del aire interior se han visto aún más acentuados con la aparición del COVID-19.
El riesgo de contraer la enfermedad a través de partículas suspendidas en el aire pone de manifiesto que el distanciamiento social y el cuidado de la higiene de superficies no son medidas de protección suficientes en interiores, especialmente en aquellos espacios donde el tiempo de permanencia es prolongado o donde hay que retirarse la mascarilla en algún momento. Es esencial centrarse en la higiene del aire para reducir este riesgo.
Una de las formas más fáciles y eficaces de mejorar la calidad del aire en interiores es la instalación de purificadores móviles. Los purificadores de aire limpian el aire eliminando las partículas y las pequeñas gotas suspendidas que pueden contener microorganismos perjudiciales. Lo hacen circulando el aire a través de una serie de filtros que atrapan los contaminantes y devuelven el aire limpio a la habitación.
El filtro HEPA hace referencia a los filtros de partículas de aire de alta eficiencia (high efficiency particulate air filter, en inglés). A día de hoy, los filtros HEPA están presentes en la mayoría de dispositivos de filtrado de aire, pero ¿sabías que hay muchos tipos de filtros HEPA y que no hay un control estricto sobre cómo se usa el término o cuál es la capacidad real de filtrado de los equipos?
En 2011, la Organización Internacional de Normalización (International Standards Organisation, ISO) creó un nuevo estándar para realizar las pruebas de eficacia de los filtros HEPA, la ISO 29463, en un intento de armonizar los diversos estándares utilizados en todo el mundo, incluyendo el estándar internacional más ampliamente aceptado, el EN1822. Sin embargo, a pesar del significativo avance, aún no existe una homogeneidad total de criterios.
A pesar de este intento de normalización, no existe ninguna obligación legal para utilizar estos criterios de clasificación y normalización en el diseño de productos ni tampoco acerca del uso de distintas nomenclaturas. Términos como “HEPA verdadero”, “HEPA sellado”, “similar a HEPA” no tienen una definición fija, por lo que el consumidor no tiene garantías sobre el rendimiento de muchos equipos.
Los filtros HEPA están diseñados para filtrar las partículas y pequeñas gotas transportadas por el aire, que suelen ser polvo, contaminantes industriales y de vehículos, polen, esporas de hongos y bioaerosoles (pequeñas gotas que contienen microorganismos y material de organismos vivos). Un filtro HEPA no elimina los contaminantes gaseosos, por lo que hay que añadir además un filtro adicional que contenga carbón activo. Esto se puede denominar filtro de COV (COV = compuesto orgánico volátil) y se puede combinar con el HEPA en un filtro compuesto, o instalarse por separado.
Las bacterias y los virus no flotan en el aire por sí solos sino que se desplazan adheridos a partículas de polvo o aerosoles. Esto significa que un filtro no tiene necesariamente que ser capaz de capturar partículas del tamaño del virus, sino aquellas en las que el virus es transportado.
A pesar de esto, un filtro no funciona como un tamiz, que es una malla perforada que sólo deja pasar partículas más pequeñas que los propios agujeros. La forma en que un filtro HEPA elimina las partículas es más compleja.
Un filtro HEPA consiste en un entramado de fibras dispuestas aleatoriamente que suelen tener un grosor de 0,5-2,0 µm. Las capas de fibras del filtro capturan las partículas transportadas por el aire que pasa a través de ellas de cuatro maneras:
Hay siete grados en el estándar europeo de filtros HEPA: de 10 a 16. Los números más altos (14-16) son para las industrias que requieren aire excepcionalmente puro para su actividad, como la fabricación de piezas electrónicas o productos médicos. Para fines domésticos y oficinas, el HEPA 13 es el más apropiado, ya que filtra el 99,95% de las partículas del aire (para el estándar europeo e ISO 35H).
Los filtros HEPA son testados usando partículas de 0,3 µm porque es el tamaño que tiene más probabilidades de pasar a través de un filtro, también conocido como tamaño de partícula más penetrante (MPPS).
Cuando un filtro está en uso y comienza a capturar partículas, éstas empiezan a acumularse en los espacios entre las fibras, incrementando así la eficiencia del propio filtro. Por otro lado, esto también afecta al flujo del aire a través del filtro. Al cabo de un tiempo, será necesario reemplazar el filtro para eliminar la suciedad atrapada, incluidos los patógenos, y para evitar que la suciedad y los microbios sean liberados al aire de nuevo. Es por ello que los purificadores de aire requieren de un mantenimiento regular.
CADR significa tasa de entrega de aire limpio y es una medida del volumen de aire purificado que pasa a través de un filtro en un tiempo determinado, y generalmente se mide en metros cúbicos por hora. Cuanto más alto sea el número, más rápido puede un dispositivo de filtrado limpiar el aire de una habitación.
En los filtros con mayor eficiencia, como los HEPA 16, por ejemplo, el flujo de aire es capaz de atravesar el filtro es menor, por lo que aumenta la energía necesaria para que el ventilador consiga expulsar la misma cantidad de aire que en un filtro de eficiencia menor. Además, cuando la velocidad del flujo de aire es baja, es más probable que las partículas transportadas por el aire se adhieran a las fibras y no reboten en ellas debido a su energía cinética o sean repelidas por el aire en movimiento. Así que hay un equilibrio entre el volumen de aire procesado, la eficiencia de la filtración y la energía utilizada.
Existe un punto de equilibrio entre el CADR y el tamaño de la habitación que es apropiado para ese dispositivo. Un filtro de aire portátil puede usarse para limpiar el aire en una habitación entera o en puntos concretos, como cerca de un escritorio o un área de asientos. A la hora de instalar un sistema de purificación del aire hay que tener en cuenta los siguientes factores.
¿Es necesario limpiar el aire en toda una sala o en espacios concretos?
¿Cuál es el volumen del espacio que requiere aire purificado?
¿Cuál es el flujo de aire natural y la ventilación en la habitación?
La calidad del aire interior o CAI es un término general para describir el efecto total de los contaminantes existentes en el aire dentro de los edificios, incluyendo tanto los componentes gaseosos como las partículas. La CAI se ve afectada por los materiales de construcción, mobiliario y equipos utilizados en el interior del edificio, los productos personales de los ocupantes del edificio y la contaminación traída al interior a través de la ventilación con aire exterior.
Entre los contaminantes interiores, hay una amplia gama de sustancias nocivas para las personas, incluyendo compuestos orgánicos volátiles como el formaldehído, disolventes industriales, perfumes y contaminantes biológicos como bacterias, virus, esporas de hongos y materia alergénica como los ácaros del polvo y el polen.
La calidad del aire interior tiene un impacto directo en la salud y el bienestar de las personas que trabajan o viven dentro de un edificio. Los efectos sobre la salud van desde los dolores de cabeza y los mareos hasta las enfermedades a largo plazo, como las afecciones cardíacas o el cáncer.
Un filtro de aire portátil puede dar una indicación continua de la CAI mediante la incorporación de sensores que miden factores como el contenido de COV, PM2.5 (partículas de 2,5µm de diámetro) y la humedad.
Para saber más sobre los factores que afectan a la calidad del aire y cómo elegir el purificador de aire adecuado para sus instalaciones, consulta nuestra guía sobre la higiene del aire.
Initial ofrece una amplia gama de soluciones de higiene del aire altamente eficaces para ayudarte a proteger tus instalaciones contra la presencia de virus y microorganismos presentes en el aire.