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Tenemos muy interiorizada la importancia del lavado de manos, la distancia de seguridad, la desinfección de superficies y el uso de la mascarilla, pero desde Initial seguimos incidiendo en la Calidad del Aire Interior (CAI) y la instalación de purificadores de aire como una de las medidas más efectivas para proteger la salud de las personas.
La contaminación del aire no ha recibido la consideración que merece, principalmente debido a su “invisibilidad”. Difícilmente bebemos agua contaminada sabiendo que lo está; sin embargo, pasa lo contrario con el aire, pues respiramos miles de litros de aire potencialmente contaminado a diario.
El aire en interiores puede estar entre 2 y 5 veces más contaminado que el aire en exteriores y la infección cruzada de virus y enfermedades transmitidos por el aire es hasta 19 veces más probable en estos espacios cerrados. Si tenemos en cuenta que pasamos hasta el 90% de nuestras vidas en interiores (casa, oficina, centros de ocio…), debemos ser conscientes de que este problema puede implicar consecuencias negativas para nuestra salud.
Los purificadores de aire limpian el aire eliminando las partículas y las pequeñas gotas suspendidas que pueden contener microorganismos perjudiciales. Lo hacen circulando el aire a través de una serie de filtros que atrapan los contaminantes y devuelven el aire limpio a la habitación.
Pero ¿todos los purificadores de aire funcionan de la misma manera? ¿Son adecuados para todo tipo de espacios? Aquí te explicamos qué equipo conviene instalar en función de cada situación.
Según la OMS, el 50% de las personas respiran aire de baja calidad en interiores y un 68% de todas las enfermedades están relacionadas con la contaminación del aire. En ese sentido, si la CAI de un espacio es deficitaria, las personas que respiran ese aire pueden desarrollar enfermedades y reacciones alérgicas de diferente grado.
El asma y las reacciones alérgicas son las enfermedades más comunes provocadas o agravadas por una baja CAI. Asimismo, la exposición a gases, polen, partículas y microorganismos puede causar otras muchas como rinitis alérgica, dolores de cabeza, picazón, náuseas, enfermedades cardiovasculares o respiratorias, o posibles infecciones bacterianas o víricas:
La gama VIRUSKILLER™ es una de las más completas en cuanto a purificadores de aire se refiere -elimina el 99,99% de los virus de una sola pasada-. Incluye un filtro HEPA y un filtro de carbono, y un sistema que, por oxidación fotocatalítica, desinfecta y esteriliza el aire.
Esto significa que tiene más capacidad para neutralizar riesgos derivados de aerosoles contaminados por patógenos de origen biológico como virus, bacterias, mohos, hongos, etc. Su diseño, además, genera un flujo “virtuoso” en las estancias, pues libera aire limpio a la altura a la que respiramos, empujando el aire sucio hacia abajo, desde donde lo toma para limpiarlo.
Por su parte, InspireAir 72 cuenta con un filtro multicapa que captura el 99,95% de las partículas dañinas y los gases contaminantes como el formaldehído y otros compuestos orgánicos volátiles (VOCs). Además de esas peligrosas partículas PM2.5, el filtro HEPA y el filtro multifuncional de este sistema es capaz de atrapar partículas mayores de 20 nanómetros, como bacterias, esporas de moho, alérgenos y partículas de humo, entre otros.
Los espacios públicos interiores son un caldo de cultivo natural para virus, gérmenes, alérgenos y olores que se liberan al hablar, toser, estornudar y exhalar regularmente. Si no se controla la calidad del aire, las gotas nocivas pueden permanecer en el aire durante horas, incluso después de que la gente haya salido de la sala.
Para evitar la propagación de los virus transmitidos por el aire hay que eliminarlos y esterilizarlos cuanto antes. La manera más eficaz es hacerlo mediante la ventilación natural, pero existen numerosas razones que pueden dificultar esta tarea: confort térmico de las personas presentes, inexistencia de ventanas o sistemas de ventilación mecánica adecuados, etc.
En estos casos, los purificadores de aire son una buena solución, pues absorben el aire contaminado, lo filtran y lo limpian para devolverlo limpio a la superficie. De esta manera, nos aseguramos de que el aire vuelve a circular por el ambiente sin riesgo de contagio.
Elegir un purificador de aire adecuado es una decisión importante, debido a que son clave para la prevención de contagios. Desde Rentokil Initial te resolvemos algunas cuestiones a la hora de decantarte por la mejor opción:
Tratándose de la gama VIRUSKILLER™, el VK 102 es ideal para espacios en los que la CAI es fundamental para proteger la seguridad de las personas que se encuentran en ellos, como salas de hospital, salas educativas, salas de cuidados críticos o áreas de cuarentena, entre otros.
Si se trata de espacios pequeños y medianos lo ideal es recurrir al InspireAir 72, pues su rango de cobertura va desde los 42 hasta los 72 m2. Está especialmente indicado para su uso en una amplia variedad de espacios, como oficinas, clases, habitaciones de hotel, salas de esperas y otros espacios con problemas derivados de la existencia de fuentes moderadas de contaminación (SEE). También la gama Virsuskiller cuenta con un modelo para espacios de este tamaño, VK 401. Este aparato compacto es ideal para habitaciones o espacios con un tamaño de unos 60 m2.
Contacta con nuestro equipo de expertos en higiene del aire para solicitar información acerca de nuestros purificadores de aire y medidores de CO2. Nosotros te asesoramos.
Initial ofrece una amplia gama de soluciones de higiene del aire altamente eficaces para ayudarte a proteger tus instalaciones contra la presencia de virus y microorganismos presentes en el aire.