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Coronavirus… ¿A la tercera va a la vencida?

Han pasado ya tres años desde que el coronavirus pusiera patas arriba el mundo, y antes del nuevo estallido de casos en China, en los planes de la OMS estaba declarar el fin de la emergencia global por SARS-Cov-2.

Las dos batallas anteriores

La guerra mundial que hemos emprendido contra el coronavirus ha contado con varios asaltos. El primero nos pilló totalmente por sorpresa y no nos quedó otra que recurrir al confinamiento, de infausto recuerdo. Tras unos meses en casa y progresivamente saliendo de casa, la nueva normalidad parecía cada vez más cercana. Sin embargo, a finales de 2020, la situación volvió a descontrolarse, con un repunte de contagios. La segunda guerra mundial contra el SARS-CoV-2 ha tenido una solución clara:la vacunación.

Y aunque el impacto de las mismas fue impresionante, y nos permitió recuperar muchas de las cosas que perdimos en marzo de 2020, todo hace indicar que necesitamos emprender una tercera guerra mundial contra la infección.

Esa nueva batalla es, en palabras de la viróloga del CSIC Margarita del Val, la de “la calidad del aire”. La investigadora ha declarado que “debemos pasar a una tercera fase de actuación que tiene dos líneas: el suministro de antivirales sobre todo a las personas de mayor riesgo y el combate no solo de la covid sino de todas las enfermedades respiratorias a través de la mejora de la calidad del aire”.

Charles Fosberg también señala que: “la pandemia no desaparecerá hasta que la ciencia sea capaz de combatir el ambiente que más favorece la transmisión del virus: el aire en los espacios interiores poblados por mucha gente”.

La realidad es que pasamos la mayoría del tiempo en el interior de edificios, respirando aire rico en partículas y microorganismos, en sustancias químicas y en Co2. Cada vez más expertos consideran que el único modo de poder vencer definitivamente al coronavirus es poniendo en marcha una revolución tecnológica que provea a las casas y a los edificios públicos de un aire de calidad, al igual que la ingeniería fue capaz de proveer en el mundo desarrollado de sistemas de saneamiento de aguas para acabar con numerosas enfermedades. 

Nueva percepción de la higiene

Informe sobre el impacto del COVID-19 en la actitud y comportamientos de las personas en materia de higiene

La calidad del aire interior, una nueva prioridades

Una vez superada la emergencia inicial (evitar millones de muertes y enfermedades graves mediante la vacunación) el control del virus ahora queda en manos de la calidad del aire. El SARS-Cov-2 ha encontrado su sitio en las casas, edificios de oficinas, comercios o escuelas que no mantenga una calidad de aire ventilado suficiente. La principal vía de transmisión del virus es a través de la inhalación de los aerosoles que una persona infectada esparce por el ambiente cuando habla, grita, tose o estornuda.

El año pasado en Initial quisimos conocer más de cerca el impacto de la pandemia en las actitudes, comportamientos y expectativas de las personas en materia de higiene, a través del informe “Nueva Percepción de la Higiene”, en el que participaron 20.000 personas de 20 países.

A nivel de España, rescatamos varios datos interesantes:

 

  • El 75% de los encuestados españoles califica la calidad del aire interior como importante para su salud, sobre todo cuando piensa en visitar un lugar público. 
  • Al 68% de los españoles le inquieta la propagación de gérmenes a través del aire que respiran en los interiores.
  • 4 de cada 10 personas evitan estos espacios públicos cerrados siempre que sea posible.
  • Ahora los usuarios se fijan más en la ventilación limitada o el impacto que puede tener sobre su salud la mala calidad del aire interior (67%), el número de contaminantes en el aire interior (65%) o los sistemas adecuados para limpiar el aire interior (45%)

 

La concentración de Co2 en el interior de un espacio cerrado es un indicador validado sobre la existencia de aire renovado. Según muchos estudios recientes, actuar sobre ese indicador en el futuro puede convertirse en una herramienta tan poderosa como en el pasado lo han sido las vacunas.

Que garanticemos una buena calidad del aire en los espacios interiores se ha convertido en una prioridad a todos los niveles y en todos los sectores. Desde la educación y las oficinas, pasando por la sanidad y la hostelería, cualquier establecimiento debe contar con las medidas de higiene necesarias para proteger la salud de la sociedad.

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