El olfato es el único sentido vinculado directamente con el cerebro, y por tanto se trata el sentido más "poderoso", es decir, el que genera emociones y recuerdos más fuertes.
No en vano, el olor afecta al 75% de las emociones que experimentamos a diario. No es difícil imaginar que podemos aprovechar la aromatización para influir positivamente en la experiencia del cliente.